domingo, 7 de junio de 2009

Me amarro...


* Me amarro del pasado, llano, vacío, descomprimido de ese cielo limpio y celeste que me observa omnipresente y que emana tan ancestral por las clavijas de mis ojos.
Sí, al recordar, accedo a una paz interna y a un control anatómico en mí, a tal punto de dejar latente mi cuerpo, para darle paso a mi mente viajera e imaginaria.
Los sentimientos afloran cual semillas que evolucionan en estado vegetativo hacia su superfície; y todo a mi alrededor cobra sentido.
El viento sopla con calma y me deja sentirlo crepitar en mi rostro... y las líneas cromos de la ruta, me guían hacia un nuevo horizonte amalgamado en arcaicos ancestros perdidos y lejanos y a la vez en una actualidad presente.
Ningún hecho termina desde su raíz.
Podemos recordar y aún así encontraremos las huellas que nos definieron como cultura.
Un pretérito, presente y futuro que formará una unidad; un cosmos de tiempo señido por el afán de crear con el fín de evolucionar.
Al finalizar, tomo mi diario de viaje y parto hacia portales semi-oscuros cerrando mis párpados y viéndome envuelta en sueños ligeros luminosos.
La tarde me serena internamente y respiro de la manera más completa que he cultivado cuando dejé inclinar mi cabeza en el cristal de la puerta y me invadió la pura inspiración, deseosa libertad de aflorar ansias de conocimiento y búsquedas intrínsecas para reciclarlas y exteriorizarlas.
Para cada fín cíclico... una puerta ocuta y otra que se abre, la manía de dejar fluir y contener la creación en el subconciente; raptarla y describirla en estos escazos cortometrajes de renglones, y luego.... seguir indangando en esos horizontes perdidos.


Metalenguaje en sueños y METAsueños en la realidad