domingo, 6 de diciembre de 2009

Hacia el Orbe infinito...




Emboscado en mi escritura
cantas en mi poema.
Rehén de tu dulce voz
petrificada en mi memoria.
Pájaro asido a su fuga.
Aire tatuado por un ausente.
Reloj que late conmigo
para que nunca despierte
.

De muerte se ha tejido cada instante, que le impiden recordar el color del cielo