Otra vez...
sí, afirmando, que mi mundo interior vuelve a ser aquel destello gris, que alguna vez creí dejar perdido, en un horizonte inconexo, amorfo, con sentimientos más libres, más llenos de cariño.
Así es mi mundo, pero no jústamente el físico, sino el interior, de mi alma, de mi vida, de la burbuja que creí explotar en las paredes de mis problemas.
No es justo.
Un tiempo sí, otro tiempo NO.
¿Hasta cuánto más?. Por qué no puedo ser feliz al menos en algún aspecto de mi persona, algún tinte, algún tono cromo diseñando mi vuelo hacia una sonrisa con rumbo, o sin rumbo.
Basta de planear, para llorar, para marcar un presente con caricias ausentes, para dejar al amado envuelto en un recuerdo de manos y ojos emocionados.
¿Para qué?... ¿Con qué fín?.
Hoy, ayer... mañana, sí, me duele el alma y está desordenada, así como este globo sentimental desequilibrado que no me da fuerzas, más que para decantar.
Quizás, aún no te encontré, y me hago todas las ilusiones, o quizás, sí lo seas, peor el destino, los caminos se/NOS quieran bifurcar.
Quizás, no todo sea tan fácil como lo que creí.
