domingo, 6 de diciembre de 2009

Un sólo Viento




Musa del desierto, contemplas el vacío, te adentras a él.
Opacas la luna con tu velo, te dejas caer sobre él.
La Ureus camina entre las sombras de las olas trasparentes alquimistas de este tiempo arcano. Te atrapa el vacío, te consume, te ataca y el alma del viento, se conecta ccon la tuya (alma).
Viceversa, juegas con el sol, dios ra entre los egipcios; océanos de arena te tragan, los efectos del tiempo comienzan a jugar a tu favor.
No es posible dice una vos, que puedas bailarle a Orión.
Él hace mucho tiempo fue transformado en pirámides pétreas calizas, y mirá cómo el paso del tiempo las dejó. Intactas pero casi desmoronadas.
No precisas escalar con tus ojos y tus pies (astro-pies) el horizonte de Nut (diosa del cielo), para eso tienes que bifurcar los brazos con tus cistros danzarines, y colmarte de estrellas para llegar a ser una de ellas.
Respiro hondo, y cierras los ojos y percibes el mundo en tus ojos.
Se hace tan pero tan pequeño, que lo mantienes en un cofre de inscrustaciones, bailando hasta llegar a ser parte de tu cofradía temporal.
Pasado, lejano, se va, se va, se disminuye, y se marcha sin dejar rastro.
Llegan arqueológos, y las pistas que encuentran son los vestigios ocultos de un mundo perdido que danzaba junto con ELLA.